12/08/2011

Y ante todo, me enseñaste a querer.

Me has enseñado muchas cosas, a lo bruto pero enseñanzas al fin y al cabo. Yo he sido tu mayor aprendiz, sin pedírtelo, aunque en el fondo lo necesitaba. Y esto ha sido una de las razones por las que te odiado y te he querido como a nadie. ¿Odiado? por que sabias perfectamente lo que necesitaba antes de que yo misma me diera cuenta, ¿querido? por enseñármelo y mostrármelo sin pedirte nada a cambio.
Ese eres tú, ¡de la pasividad al altruismo en un único salto! Ahora lo único que deseo es que me des un pedacito de tu cielo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario